* ¿MÁS RECURSOS PARA PROMOCIÓN?
El comentario de Pau Morata en
@cta turística ICONOTUR - Edición nº 174, 10-01-2005
Servicio gratuito de información y análisis sobre Turismo
Año VI
* ¿MÁS RECURSOS PARA PROMOCIÓN?
La coyuntura poco optimista que atraviesa el turismo receptor de sol y playa en España ha desatado sucesivas oleadas de lamentos y peticiones de que las administraciones públicas incrementen sus ya de por sí amplios y cuantiosos presupuestos destinados a la promoción, supuestamente en los mercados emisores.
Y cabe matizar lo de supuestamente porque es evidente que parte de los mismos acaban siendo destinados a campañas de publicidad interiores, a veces de marcado clientelismo partidista y no de carácter estrictamente promocional turístico.
MODELOS PARA TODOS LOS GUSTOS
En el tema de la promoción hay opiniones para todos los gustos y hay distintos modelos aplicados en los diferentes países del mundo. Desde aquellos en los que todo el peso recae en el sector público a aquellos en los que las administraciones públicas no asumen este tipo de gastos, pasando por las situaciones intermedias.
En España ha habido una tradición importante de apoyo público al sector turístico mediante grandes inversiones promocionales. Incluso podría decirse sin riesgo de errar que durante décadas la Administración central, primero, y las restantes luego han concentrado sus esfuerzos presupuestarios en publicidad y promoción descuidando las a veces necesarias inversiones en infraestructuras indispensables para un desarrollo sostenible del turismo.
POR PEDIR QUE NO QUEDE
Muchos empresarios del sector, especialmente del hotelero, se han beneficiado de la promoción pública y no han gastado céntimo alguno en apoyar la promoción del destino o destinos en los que se encuentran sus establecimientos. Son, en general, los mismos empresarios hoteleros que ahora claman a través de sus asociaciones por un incremento importante del gasto público en promoción.
Cada cual es libre de expresar lo que quiera, y frente a esa libertad de expresión y de presión sobre las autoridades de que hacen gala los hoteleros cada vez son más las personas, sobre todo ajenas al sector turístico, que no se recatan en criticar abiertamente este tipo de peticiones de que se incremente la promoción turística con el dinero de todos los contribuyentes, cuando en muchas zonas se padece una crisis de madurez indisolublemente unida al deterioro territorial y medioambiental, un aspecto que también reclama dinero público.
MALESTAR Y DIVISIÓN SOCIAL
Hay zonas, en destinos de primera generación, en los que la población ve con malos ojos a los hoteleros al tiempo que estos son conscientes o se sienten mal vistos por sus propios conciudadanos. Bien harían de repasar la historia y ver qué han aportado ellos a esos sus conciudadanos y a sus entornos mientras crecían sus prósperos negocios, ahora no tan prósperos ni boyantes.
Otro de los comentarios y críticas contundentes que se escuchan en estos tiempos de pocas alegrías es que esos mismos hoteleros deberían estar a las duras y a las maduras. Así, en determinados ámbitos municipales y de determinadas fuerzas políticas se argumenta, y no sin razón, que no parece de recibo pedir que las administraciones gasten más dinero en promoción pero les nieguen y denosten a esas mismas administraciones cuando intentan intervenir en la mejora del sector regulando actividades, como por ejemplo el todo incluido o las tasas de pernoctación o de otro tipo.
P. Morata
ICONOTUR
@cta turística ICONOTUR - Edición nº 174, 10-01-2005
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Año VI
* ¿MÁS RECURSOS PARA PROMOCIÓN?
La coyuntura poco optimista que atraviesa el turismo receptor de sol y playa en España ha desatado sucesivas oleadas de lamentos y peticiones de que las administraciones públicas incrementen sus ya de por sí amplios y cuantiosos presupuestos destinados a la promoción, supuestamente en los mercados emisores.
Y cabe matizar lo de supuestamente porque es evidente que parte de los mismos acaban siendo destinados a campañas de publicidad interiores, a veces de marcado clientelismo partidista y no de carácter estrictamente promocional turístico.
MODELOS PARA TODOS LOS GUSTOS
En el tema de la promoción hay opiniones para todos los gustos y hay distintos modelos aplicados en los diferentes países del mundo. Desde aquellos en los que todo el peso recae en el sector público a aquellos en los que las administraciones públicas no asumen este tipo de gastos, pasando por las situaciones intermedias.
En España ha habido una tradición importante de apoyo público al sector turístico mediante grandes inversiones promocionales. Incluso podría decirse sin riesgo de errar que durante décadas la Administración central, primero, y las restantes luego han concentrado sus esfuerzos presupuestarios en publicidad y promoción descuidando las a veces necesarias inversiones en infraestructuras indispensables para un desarrollo sostenible del turismo.
POR PEDIR QUE NO QUEDE
Muchos empresarios del sector, especialmente del hotelero, se han beneficiado de la promoción pública y no han gastado céntimo alguno en apoyar la promoción del destino o destinos en los que se encuentran sus establecimientos. Son, en general, los mismos empresarios hoteleros que ahora claman a través de sus asociaciones por un incremento importante del gasto público en promoción.
Cada cual es libre de expresar lo que quiera, y frente a esa libertad de expresión y de presión sobre las autoridades de que hacen gala los hoteleros cada vez son más las personas, sobre todo ajenas al sector turístico, que no se recatan en criticar abiertamente este tipo de peticiones de que se incremente la promoción turística con el dinero de todos los contribuyentes, cuando en muchas zonas se padece una crisis de madurez indisolublemente unida al deterioro territorial y medioambiental, un aspecto que también reclama dinero público.
MALESTAR Y DIVISIÓN SOCIAL
Hay zonas, en destinos de primera generación, en los que la población ve con malos ojos a los hoteleros al tiempo que estos son conscientes o se sienten mal vistos por sus propios conciudadanos. Bien harían de repasar la historia y ver qué han aportado ellos a esos sus conciudadanos y a sus entornos mientras crecían sus prósperos negocios, ahora no tan prósperos ni boyantes.
Otro de los comentarios y críticas contundentes que se escuchan en estos tiempos de pocas alegrías es que esos mismos hoteleros deberían estar a las duras y a las maduras. Así, en determinados ámbitos municipales y de determinadas fuerzas políticas se argumenta, y no sin razón, que no parece de recibo pedir que las administraciones gasten más dinero en promoción pero les nieguen y denosten a esas mismas administraciones cuando intentan intervenir en la mejora del sector regulando actividades, como por ejemplo el todo incluido o las tasas de pernoctación o de otro tipo.
P. Morata
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